Es preciso hacerse una prueba de detección del VIH antes del embarazo o lo más pronto posible durante cada embarazo y durante el tercer trimestre. Cuanto más temprano se detecte el VIH, más pronto podrá iniciarse el tratamiento con medicamentos para combatirlo (llamados antirretrovirales).
La transmisión perinatal del VIH significa transmitir el VIH de la madre o del progenitor biológico a su hijo durante el embarazo, el parto (también llamado trabajo de parto) o la lactancia materna (a través de la leche materna). La transmisión materno infantil del VIH también se conoce como transmisión perinatal del VIH.
Las personas embarazadas con el VIH deberán tomar tratamiento antirretroviral (TAR) durante el embarazo y el parto para prevenir la transmisión perinatal del virus. El TAR es una combinación de medicamentos contra ese virus.
Antirretrovirales para tratar el VIH. El uso de medicamentos contra el VIH y otras estrategias han ayudado a reducir el riesgo de la transmisión perinatal del VIH a 1% o menos en los Estados Unidos y Europa.
La mayoría de las personas embarazadas con el VIH pueden tener parto vaginal. Una cesárea programada puede reducir el riesgo de transmisión perinatal del VIH en las mujeres que tienen una carga viral alta (más de 1.000 copias/ml) o desconocida en fecha cercana al parto.
Después del nacimiento, los bebés de personas seropositivas deben recibir medicamentos contra el VIH para reducir el riesgo de transmisión perinatal de ese virus. Varios factores determinan qué medicamento contra el VIH reciben y por cuánto tiempo.
Aunque el VIH se puede transmitir por medio de la lactancia natural, el empleo de medicamentos contra el VIH y una carga viral indetectable durante el embarazo y la lactancia natural reducen el riesgo de transmisión del virus a menos del 1%. Las personas embarazadas con el VIH deben hablar con su proveedor de salud sobre las opciones para alimentar al bebé