Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todas las personas se hagan la prueba de detección del VIH antes del embarazo o lo más pronto posible durante cada embarazo y durante el tercer trimestre. Cuanto más temprano se detecte el VIH, más pronto podrá iniciarse el tratamiento con medicamentos para combatirlo.  

Todas las personas con un embarazo en curso o que traten de quedar en ese estado deben animar a sus parejas a hacerse la prueba de detección del VIH y, si es posible, de otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Las ITS pueden aumentar la concentración del VIH en el cuerpo (carga viral) de las personas con el virus. Si una pareja tiene el VIH, debe tomar los medicamentos recetados para combatirlo con el fin de mantenerse sana y prevenir la transmisión.