Sí, una cesárea programada puede reducir el riesgo de la transmisión perinatal del VIH en las personas embarazadas que tienen una carga viral alta (más de 1.000 copias/ml) o una carga viral desconocida cerca del momento del parto. Un parto por cesárea para reducir el riesgo de la transmisión perinatal del VIH se programa a la semana 38 de embarazo, dos semanas antes de la fecha estimada del parto.
Una cesárea programada para reducir el riesgo de transmisión perinatal del VIH no se recomienda de manera rutinaria para las personas embarazadas que toman medicamentos contra el VIH y tienen una carga viral de 1,000 copias/ml o menos. Por supuesto, independientemente de su carga viral, una personas con el VIH podría necesitar una cesárea por otras razones médicas.
Las personas embarazadas, con la ayuda de sus proveedores de atención médica, pueden decidir cuáles medicamentos contra el VIH tomar durante el parto y si es recomendable programar una cesárea para prevenir la transmisión perinatal del VIH.