La salud mental se refiere al bienestar emocional, psicológico y social general de una persona. La salud mental afecta la forma en que las personas piensan, sienten y actúan.
La buena salud mental ayuda a las personas a tomar decisiones saludables, lograr metas personales, desarrollar relaciones saludables y sobrellevar el estrés. La mala salud mental significa que las personas tienen dificultad para manejar su forma de sentir, pensar, actuar y hacerle frente al estrés. En cambio, la salud mental deficiente significa que es difícil para las personas manejar su forma de sentir, pensar, actuar o enfrentar el estrés.
La salud mental deficiente no es lo mismo que la enfermedad mental (conocida también como trastorno mental). Las enfermedades mentales son trastornos mentales, conductuales o emocionales diagnosticados cuya gravedad puede variar y que pueden afectar diferentes aspectos de la vida, incluso el trabajo y las relaciones.
Las enfermedades mentales incluyen muchas afecciones diferentes, como trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo (como la depresión), trastornos alimentarios, trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno bipolar, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno del espectro autista y esquizofrenia.
Una persona puede tener una salud mental deficiente sin diagnóstico de enfermedad mental. Del mismo modo, una persona con enfermedad mental puede gozar de un buen grado de bienestar mental. Aunque hay algunas diferencias entre la salud mental deficiente y las enfermedades mentales, en esta hoja informativa se citarán colectivamente como trastornos de salud mental.
Si usted tiene el VIH, es importante cuidar de su salud física y mental.