Medicamentos de acción prolongada contra el VIH
Puntos importantes
- Los medicamentos de acción prolongada contra el VIH han adquirido cada vez más popularidad en los últimos años y ofrecen una forma inocua de reducir la frecuencia con que deben tomarse.
- Estos medicamentos se aplican en inyección bajo la supervisión de un proveedor de atención de salud en lugar de tomarlos en pastillas en casa.
- A diferencia de la mayoría de los medicamentos contra el VIH de administración oral que deben tomarse a diario, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH se inyectan a intervalos que varían entre cada dos semanas y cada seis meses, según el producto.
¿Qué son los medicamentos de acción prolongada contra el VIH?
Los medicamentos de acción prolongada contra el VIH son productos empleados para combatir ese virus que permanecen en el cuerpo por un período más largo. Al permanecer más tiempo en el cuerpo, pueden tomarse con menos frecuencia.
Algunos de los medicamentos de acción prolongada más comunes contra el VIH incluyen los siguientes:
- Cabenuva – Contiene los medicamentos cabotegravir y rilpivirina.
- Sunlenca – Contiene el medicamento lenacapavir.
- Trogarzo – Contiene el medicamento ibalizumab.
- Apretude – Contiene el medicamento cabotegravir, empleado solamente para profilaxis preexposición.
Hasta el año 2025, estos son los únicos medicamentos de acción prolongada aprobados por la FDA para el tratamiento y la prevención de la infección por el VIH. Esta hoja informativa se enfocará en el tratamiento de la infección por el VIH. Para más detalles sobre la prevención de esa infección, véase la hoja informativa titulada Profilaxis preexposición.
¿En qué se diferencian los medicamentos de acción prolongada contra el VIH?
Los medicamentos de acción prolongada contra el VIH son productos únicos porque pueden mantener concentraciones estables en el cuerpo por mucho más tiempo que la mayoría de los productos de administración oral empleados para ese fin. Como resultado, eso significa que las personas tratadas con los medicamentos de acción prolongada no tienen que tomar a diario píldoras de cada uno de los productos empleados en su régimen de tratamiento.
En lugar de píldoras que se deben tomar a diario, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH se inyectan con una frecuencia mucho menor. Por ejemplo, los aprobados por la FDA suelen aplicarse según el siguiente programa:
- Cabenuva – Cada uno o dos meses.
- Sunlenca – Cada seis meses.
- Trogarzo – Cada dos semanas.
Sin embargo, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH, a diferencia de los administrados en píldoras, deben ser aplicados durante una cita con un proveedor de atención de salud. Algunas investigaciones muestran que estos últimos medicamentos podrían ayudar a las personas que tienen dificultad para tomar píldoras con frecuencia, es decir que podrían mejorar el cumplimiento terapéutico.
El cumplimiento terapéutico es de suma importancia para determinar el grado de eficacia de los medicamentos. Puesto que los medicamentos de acción prolongada contra el VIH permiten ayudar a superar algunas barreras relacionadas con el cumplimiento terapéutico, en la actualidad se investigan muchos otros productos de esa clase para el tratamiento y la prevención de la infección por el VIH. La hoja informativa titulada Cumplimiento-del-régimen de tratamiento del VIH proporciona más detalles sobre los factores que afectan el cumplimiento terapéutico.
Aunque los medicamentos de acción prolongada contra el VIH se pueden tomar con menos frecuencia, a veces es necesario tomar a diario otros productos empleados para combatir ese virus. Por ejemplo, Sunlenca se aplica solamente cada seis meses, pero se emplea como suplemento de otros medicamentos en el régimen de tratamiento de la infección por el VIH.
¿Son inocuos los medicamentos de acción prolongada contra el VIH?
Los medicamentos de acción prolongada contra el VIH se consideran inocuos, al igual que la mayoría de los demás productos para combatir ese virus, aprobados por la FDA. Todos los medicamentos pueden causar algunos efectos secundarios. Entre los efectos secundarios más comunes de los medicamentos de acción prolongada contra el VIH cabe citar los siguientes:
- Diarrea
- Mareo
- Fatiga
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Náuseas
- Erupción cutánea
- Problemas del sueño
- Dolor temporal, inflamación o enrojecimiento alrededor del sitio de inyección.
Aunque es menos común, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH pueden causar efectos secundarios más graves como depresión o trastornos del hígado. Sin embargo, los efectos secundarios graves son raros y, por lo general, se pueden evitar al comunicarse con su proveedor de atención de salud antes de tomar un nuevo medicamento para combatir ese virus.
Además, muchos medicamentos contra el VIH (incluso los de acción prolongada) pueden tener interacciones al combinarse con otros, incluso con productos de venta libre. Por ejemplo, pueden interactuar con algunos antibióticos y anticonvulsivos.
Por último, no hay suficientes datos para garantizar la inocuidad de estos medicamentos durante el embarazo o la lactancia materna. Aunque es posible que sean inocuos en esas situaciones, no se recomiendan en tales casos por falta de datos. Un proveedor de atención de salud debe ayudar a seleccionar los medicamentos contra el VIH a partir de su situación personal particular.
¿Debo cambiar a un medicamento de acción prolongada contra el VIH?
El cambio de medicamentos contra el VIH solamente debe ocurrir después de consultar con un proveedor de atención de salud. En algunos casos, no será necesario cambiar del régimen de tratamiento de la infección por el VIH si surte efecto y si usted puede tolerar el programa de dosificación en curso. El cambio de regímenes de tratamiento de la infección por el VIH puede ocasionar resistencia a los medicamentos, lo cual podría limitar las opciones de tratamiento en el futuro.
Además, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH ofrecen menos opciones, algunas de las cuales se reservan para situaciones de salud particulares. Por ejemplo, Trogarzo suele emplearse cuando una persona es resistente a varias clases de medicamentos contra el VIH. Cuando eso sucede, los medicamentos normalmente empleados para combatir la infección por el VIH no surten el debido efecto y Trogarzo se emplea algo así como un medicamento para situaciones de emergencia.
Sin embargo, en algunos casos es beneficioso el cambio a un medicamento de acción prolongada contra el VIH. Por ejemplo, si usted tiene dificultad para lidiar con las exigencias de tomar píldoras a diario, los medicamentos de acción prolongada contra el VIH pueden surtir mejor efecto.
Además, es preciso abordar otros factores que podrían afectar su capacidad de tomar medicamentos de acción prolongada contra el VIH. Por ejemplo, estos productos podrían tener costos o efectos secundarios diferentes que tal vez no se ajusten a sus necesidades o sus preferencias.
Si cree que usted es un buen candidato para tomar un medicamento de acción prolongada contra el VIH, es posible que reúna los requisitos para emplear medicamentos de esa clase en fase de investigación en un ensayo clínico. Consulte siempre con su proveedor de atención de salud sobre la necesidad de tomar nuevos medicamentos y sobre cualquier preocupación relacionada con el régimen de tratamiento de la infección por el VIH.
La hoja informativa precedente se basa en la correspondiente en inglés.
Véase también una colección de enlaces y recursos sobre el VIH en HIV Source.